Los amigos de Gruas Mérida nos ayudaron a trasladarlo hasta nuestro taller, con el cuidado que se merecía.
Como nos indica el procedimiento, lo primero es observar el vehículo en su estado, sin modificar nada, tomando registro fotográfico de todos los detalles posibles.
El motor se encontraba en su estado original, aunque por los años de paralización los pistones se habían pegado, y la bomba de gasolina trancado.
De allí, una vez acordado la reparación de latonería lo llevamos al Taller de Reinaldo Reinoza, apasionado del los Volskwagen y excelente latonero, quien se encargó de todo el arduo trabajo, escondido en una aparente "regular estado".
Paralelamente los trabajos de reparación de tapizado, sustituyendo los materiales producto de reparaciones anteriores y tratando de volver a los originales, materiales seleccionados cuidadosamente para tratar de hacerlo lo más próximo a su origen.

Micas, parachoques, y todas las piezas "móviles" son analizadas y en muchos casos reconstruidas, ante la imposibilidad de localizar las piezas originales en el momento.